Ayer por la mañana se llevó a cabo una de las etapas más interesantes de la ruta ibérica del Expreso Al-Ándalus. El tren salió de Torrijos poco antes de las 8 de la mañana y debía llegar a Aranjuez sobre las 10. Lo que hizo realmente atractiva esta persecución es que dicho tren iba a ir por Algodor en vez de realizar la inversión de marcha en Madrid, recorriendo así el ramal de Villaluenga-Yuncler a Villaseca y Mocejón, construido en 1927 por la cementera de Asland y con una actividad prácticamente nula en la actualidad.
Vista que teníamos del amanecer desde el paso elevado cercano a la localidad de Cabañas de la Sagra. A la derecha en el horizonte se aprecia la gigantesca cementera de Asland.
Regional 17703 Talavera de la Reina-Madrid.
Al paso del 592 comenzaron a llegar más aficionados al lugar, lo que nos indicaba que el tren estaba a punto de aparecer. Y así fue, al rato aparecieron las 319.308 y 319.323 a buena velocidad con el Expreso de 15 coches, dejándonos un bonito espectáculo sonoro de motores diésel y pitadas.
Expreso Al-Ándalus recorriendo sus últimos kilómetros en la línea Madrid-Cáceres-Badajoz a su paso por Cabañas de la Sagra.
Una vez hizo acto de presencia el tren y le hicimos la correspondiente tanda de fotos, nos subimos rápidamente al coche y nos dirigimos a la estación de Villaluenga-Yuncler donde debían realizarse las maniobras de inversión del tren.
La composición parada en la estación de Villaluenga vista desde el coche.
Una vez allí nos quedamos charlando con el amable factor mientras esperábamos al Regional Express Madrid-Talavera. Una vez pasó por Villaluenga (la suerte quiso que fuese el "Atómico") cogimos de nuevo el coche y nos dirigimos hacia el ramal de Asland.
Estación de Villaluenga-Yuncler.
Regional Express 17014 Madrid-Talavera a cargo del 592.201 a su paso por Villaluenga-Yuncler.
Las dos 1900 realizando las maniobras de inversión en Villaluenga-Yuncler.
Al salir de Villaluenga, en vez de coger el camino hacia la cementera que va siguiendo el trazado de la línea, decidimos que era mejor coger una carretera que salía hacia el este y gracias a la cual acabamos dando vueltas perdidos por la comarca de La Sagra. Al final decidimos dar la vuelta y volver por donde habíamos venido. Gracias a que la circulación del tren por el ramal estaba limitada a 20 km/h pudimos llegar con tiempo de sobra a nuestro siguiente 'spot', el antiguo apeadero de Villaseca de La Sagra.
La movilización de aficionados fue impresionante. Aquí un grupo de fotógrafos esperando el paso del tren. (Foto borrosa debido a que fue hecha desde el coche).
Paso a nivel donde nos situamos para realizar la foto del tren en el ramal. Al fondo el apeadero de Villaseca de La Sagra.
Una vez situados en el paso a nivel de Villaseca solo quedaba esperar. A los pocos minutos las dos 319 asomaron a lo lejos, se iban acercando hacia nuestra posición muy lentamente. Mientras que esto sucedía, de nuevo empezaban a aparecer coches de aficionados, haciendo "rally" por los caminos agrícolas hasta el paso elevado que había detrás de nosotros. Después de unos minutos observando como el tren poco a poco se iba acercando por fín se puso a tiro.
El expreso Al-Ándalus atraviesa el apeadero de Villaseca de La Sagra, sin servicio de viajeros desde 1962. Hasta entonces circulaban dos trenes que realizaban servicios de viajeros con coches de dos ejes entre Villaluenga y Algodor, uno de ida por la mañana y otro de vuelta por la tarde.
Rápidamente tras disfrutar del paso del tren, cogimos el coche de nuevo y nos acercamos a la estación de Villaseca y Mocejón, donde le cayeron otras tantas fotos, ya que allí también había otro grupo de aficionados preparados para fotografiarlo. Se me hizo raro ver un tren de este calibre por allí, ya que siempre que había estado en esa estación era para ver el traslado de alguna unidad o alguna locomotora, pero no para ver el paso de un expreso de 15 coches.
Expreso Al-Ándalus atravesando la estación abandonada de Villaseca y Mocejón.
Todo un espectáculo para cualquier aficionado al ferrocarril...
Las dos locomotoras GM rebasan la señal mecánica de salida de la estación. En primer plano podemos ver los contrapesos mecánicos de los enclavamientos.
Finalmente, en nuestra vuelta hacia Madrid, decidimos parar una vez más a la entrada de la estación de Casillejo-Añover, para fotografiar por última vez el Al-Ándalus esa mañana, esta vez en la antigua línea Madrid-Toledo. En el momento que estuvimos esperando para la última foto el sol empezaba ya a apretar y empezábamos a notar el cansancio del madrugón, así que lo primero que queríamos en ese momento era sacar la foto e irnos a casa (una sensación muy distinta a la que teníamos al comenzar la mañana).
Expreso Al-Ándalus llegando a la estación de Castillejo-Añover desde Algodor. Con esta foto finalizamos el seguimiento de este precioso tren turístico por las líneas semi-abandonadas de Toledo.
Desde luego el día de ayer fue un día para recordar, un capítulo más a tener en cuenta en nuestras vidas como aficionados al ferrocarril.
Y aquí acaba este pequeño reportaje, espero que os haya gustado. En los próximos días habrá más y mejores. ¡Un saludo a todos!
Felipe Martínez.
Este reportaje va dedicado a Luis Manuel Franco, Pascual Martínez, Jorge Melero y Arturo García por haberme acompañado durante la mañana de ayer, y también a Gonzalo Rubio, que no pudo unirse a nosotros. (¡Enhorabuena por el carnet campeón!).