sábado, 28 de junio de 2014

Persecución del Expreso Al-Ándalus por La Sagra.


Ayer por la mañana se llevó a cabo una de las etapas más interesantes de la ruta ibérica del Expreso Al-Ándalus. El tren salió de Torrijos poco antes de las 8 de la mañana y debía llegar a Aranjuez sobre las 10. Lo que hizo realmente atractiva esta persecución es que dicho tren iba a ir por Algodor en vez de realizar la inversión de marcha en Madrid, recorriendo así el ramal de Villaluenga-Yuncler a Villaseca y Mocejón, construido en 1927 por la cementera de Asland y con una actividad prácticamente nula en la actualidad.


Vista que teníamos del amanecer desde el paso elevado cercano a la localidad de Cabañas de la Sagra. A la derecha en el horizonte se aprecia la gigantesca cementera de Asland.

El madrugón fue considerable, ya que a las 6 de la mañana estábamos ya en el coche camino de el primer sitio donde teníamos pensado sacar el tren, Cabañas de la Sagra. Una vez llegamos al paso elevado, dejamos el coche a un lado, sacamos las cámaras y a esperar. Antes de que apareciese el objetivo del día, debía pasar un Regional Talavera-Madrid. Mientras lo esperábamos comenzaron a llegar coches de aficionados al lugar donde estábamos, parece ser que iba a ser una persecución multitudinaria (desde luego el evento lo merecía). 


Regional 17703 Talavera de la Reina-Madrid.

Al paso del 592 comenzaron a llegar más aficionados al lugar, lo que nos indicaba que el tren estaba a punto de aparecer. Y así fue, al rato aparecieron las 319.308 y 319.323 a buena velocidad con el Expreso de 15 coches, dejándonos un bonito espectáculo sonoro de motores diésel y pitadas.

 Expreso Al-Ándalus recorriendo sus últimos kilómetros en la línea Madrid-Cáceres-Badajoz a su paso por Cabañas de la Sagra.


Una vez hizo acto de presencia el tren y le hicimos la correspondiente tanda de fotos, nos subimos rápidamente al coche y nos dirigimos a la estación de Villaluenga-Yuncler donde debían realizarse las maniobras de inversión del tren. 

La composición parada en la estación de Villaluenga vista desde el coche.

Una vez allí nos quedamos charlando con el amable factor mientras esperábamos al Regional Express Madrid-Talavera. Una vez pasó por Villaluenga (la suerte quiso que fuese el "Atómico") cogimos de nuevo el coche y nos dirigimos hacia el ramal de Asland.

 Estación de Villaluenga-Yuncler.

Regional Express 17014 Madrid-Talavera a cargo del 592.201 a su paso por Villaluenga-Yuncler. 

Las dos 1900 realizando las maniobras de inversión en Villaluenga-Yuncler.

Al salir de Villaluenga, en vez de coger el camino hacia la cementera que va siguiendo el trazado de la línea, decidimos que era mejor coger una carretera que salía hacia el este y gracias a la cual acabamos dando vueltas perdidos por la comarca de La Sagra. Al final decidimos dar la vuelta y volver por donde habíamos venido. Gracias a que la circulación del tren por el ramal estaba limitada a 20 km/h pudimos llegar con tiempo de sobra a nuestro siguiente 'spot', el antiguo apeadero de Villaseca de La Sagra.

La movilización de aficionados fue impresionante. Aquí un grupo de fotógrafos esperando el paso del tren. (Foto borrosa debido a que fue hecha desde el coche).

Paso a nivel donde nos situamos para realizar la foto del tren en el ramal. Al fondo el apeadero de Villaseca de La Sagra.

Una vez situados en el paso a nivel de Villaseca solo quedaba esperar. A los pocos minutos las dos 319 asomaron a lo lejos, se iban acercando hacia nuestra posición muy lentamente. Mientras que esto sucedía, de nuevo empezaban a aparecer coches de aficionados, haciendo "rally" por los caminos agrícolas hasta el paso elevado que había detrás de nosotros. Después de unos minutos observando como el tren poco a poco se iba acercando por fín se puso a tiro.


El expreso Al-Ándalus atraviesa el apeadero de Villaseca de La Sagra, sin servicio de viajeros desde 1962. Hasta entonces circulaban dos trenes que realizaban servicios de viajeros con coches de dos ejes entre Villaluenga y Algodor, uno de ida por la mañana y otro de vuelta por la tarde.




Rápidamente tras disfrutar del paso del tren, cogimos el coche de nuevo y nos acercamos a la estación de Villaseca y Mocejón, donde le cayeron otras tantas fotos, ya que allí también había otro grupo de aficionados preparados para fotografiarlo. Se me hizo raro ver un tren de este calibre por allí, ya que siempre que había estado en esa estación era para ver el traslado de alguna unidad o alguna locomotora, pero no para ver el paso de un expreso de 15 coches.


Expreso Al-Ándalus atravesando la estación abandonada de Villaseca y Mocejón.

 Todo un espectáculo para cualquier aficionado al ferrocarril...

Las dos locomotoras GM rebasan la señal mecánica de salida de la estación. En primer plano podemos ver los contrapesos mecánicos de los enclavamientos.

Finalmente, en nuestra vuelta hacia Madrid, decidimos parar una vez más a la entrada de la estación de Casillejo-Añover, para fotografiar por última vez el Al-Ándalus esa mañana, esta vez en la antigua línea Madrid-Toledo. En el momento que estuvimos esperando para la última foto el sol empezaba ya a apretar y empezábamos a notar el cansancio del madrugón, así que lo primero que queríamos en ese momento era sacar la foto e irnos a casa (una sensación muy distinta a la que teníamos al comenzar la mañana).

Expreso Al-Ándalus llegando a la estación de Castillejo-Añover desde Algodor. Con esta foto finalizamos el seguimiento de este precioso tren turístico por las líneas semi-abandonadas de Toledo.

Desde luego el día de ayer fue un día para recordar, un capítulo más a tener en cuenta en nuestras vidas como aficionados al ferrocarril.

Y aquí acaba este pequeño reportaje, espero que os haya gustado. En los próximos días habrá más y mejores. ¡Un saludo a todos!


Felipe Martínez.

Este reportaje va dedicado a Luis Manuel Franco, Pascual Martínez, Jorge Melero y Arturo García por haberme acompañado durante la mañana de ayer, y también a Gonzalo Rubio, que no pudo unirse a nosotros. (¡Enhorabuena por el carnet campeón!).

jueves, 26 de junio de 2014

Mítica tarde de martes en Torrelodones



Como primera publicación de este blog he elegido uno de los días de caza ferroviaria más productivos que he pasado en la vía. Se trata de una tarde de abril de 2011 que pasamos en el lugar donde empecé esta afición por grabar y fotografiar trenes, Torrelodones (Madrid). 


Aquella tarde nuestro objetivo principar era fotografiar el nuevo TECo Valladolid-Silla, que por aquel entonces era el primer tren de Logitren que circulaba por Madrid, y todo el mundo queríamos fotografiarlo. Desde luego no esperábamos ni una cuarta parte de todos los trenes que vimos aquella tarde...

Tras llegar en cercanías desde Madrid a la estación de Torrelodones, nos acercamos al paso superior que hay poco después de salir de la estación en dirección norte (donde antiguamente se encontraba el paso a nivel de la M-519), una vez llegamos allí nos dimos cuenta que el ángulo desde debajo del paso era bastante mejor que desde arriba (suele ser al contrario), así que nos asentamos junto a las vigas del puente al lado de la vía y nos pusimos a esperar al ansiado mercancías.



Tras más de una hora de espera en la que solo pasaron algunos cercanías, apareció por fín el primer mercancías. Desde este punto se divisa la vía a lo lejos entre las encinas, lo que permite ver cualquier tren antes de que aparezca por la curva que se ve al fondo. Me llevé una buena sorpresa cuando al echar una mirada hacia allí empecé a ver pasar furgonetas sobre unas plataformas amarillas yendo en nuestra dirección, pero la sorpresa llegó de verdad cuando esperábamos a que apareciese el testero de la correspondiente 253 que lleva este tren el 99% de las veces, y apareció el testero de una 269 ¡y sola!. Ahí estaba, la 269.305 ella solita tirando de este preciado mercancías delante de nosotros. Pues nada, foto al canto y a seguir esperando con una sonrisa de oreja a oreja.






Cuando pillas un tren de estos, todo el cansancio/aburrimiento que tenías antes de que apareciera desaparece por completo, y se te recargan las pilas para aguantar en la vía unas cuantas horas más.

Después de un par de trenes de Media Distancia y unos cuantos cercanías más, comenzamos a escuchar un sonido familiar ¡era el dinámico de una 335 bajando hacia Madrid! ya teníamos a la Logitren allí. Efectivamente, al cabo de unos minutos apareció la preciosa 335.028 con la característica librea rojo y blanco de Logitren, nunca me habría imaginado ver una locomotora así en un lugar donde había pasado tantas horas antes viendo trenes. En cuanto se puso a tiro "click" y foto para la saca.



En ese momento habíamos cumplido el objetivo de la tarde con creces, pero viendo como se estaba dando decidimos quedarnos hasta el final. Tras el paso de la Logitren, nos movimos de sitio para poder pillar lo que se dignase a salir de Madrid hacia el norte (por aquella época era típico losmartes por la tarde que subiera algún mercancías interesante a Venta de Baños).

Cuando estábamos a mitad de camino, pasamos al lado de unas vallas de piedra y unos perros empezaron a ladrarnos a escasos metros de nosotros. Justo en ese momento estábamos pasando por un terraplén y teníamos la vía unos cuantos metros por encima nuestro. Cuando los perros se callaron empezaron a sonar los carriles (es una zona de curvas bastante cerradas y siempre se escucha el chirrido de los raíles bastante antes de que aparezca el tren) por lo que decidí "trepar" por el balasto para ver que era lo que venía. Justo cuando llegué a ver bien la vía, apareció por la curva el testero de una 251 a buena velocidad hacia Madrid. Saqué la cámara lo más rápido que pude y disparé a la locomotora por detrás, esto fue lo que salió:



Después de 5 minutos andando llegamos por fín al sitio. De nuevo dejamos allí todas nuestras cosas y nos sentamos a esperar...



...MD, Cercanías, Cercanías, MD, Cercanías...



Y tras unos cuantos cercanías y algún que otro MD, volvió la fiesta de mercancías, esta vez protagonizada por las 253. Antes de que empezasen a salir los mercancías de Madrid, apareció la 253.041 con un bobinero Trasona-Villaverde.



Al poco de pasar el siderúrgico apareció otra 253, esta vez la 45, con el MegaCombi Vicálvaro-Hendaya.



La tarde había empezado con nubes y claros (véase en la foto del portafurgonetas y del TECo de Logitren), pero a medida que iba avanzando la tarde el cielo se iba poniendo más y más gris, cosa que nos venía bien ya que desde el punto donde estábamos había un gran contraluz para los trenes que venían de Madrid.

A principio de la entrada había comentado que por esta época los martes por la tarde solía subir algún mercancías a León o a Venta de Baños, pues esa tarde no fue de menos. Poco después del paso del MC, escuchamos una característica pitada al paso por la estación, y el sonido de un tren de mercancías acercándose hacia nosotros. A los pocos segundos aparecieron las 269.519 y 269.509 con un bonito portacoches vacío de Pecovasa, procedente de Vicálvaro y con destino Venta de Baños. 

Como curiosidad, en la primera foto, si os fijáis en el foco de la locomotora, hice la foto justo cuando se estaba apagando.


Cuando todavía estábamos alucinando con el tren que acababa de pasar, escuchamos de nuevo una pitada por la estación, pero esta vez de una locotora más moderna. Al rato apareció otra Traxx al final de la curva, pero esta vez llevaba un tren bastante menos usual que el MegaCombi. Se trataba del portacoches de LTF Pinto-As Gándaras encabezado por la 253.034.



Como podéis observar en esta foto trasera, iba cargado de 
Peugeots hasta los topes. 


Una vez pasó este, nos quedamos unos minutos más a esperar al Trenhotel Madrid-París, del cual no tengo la foto de aquella tarde porque la perdí. En el momento no le dí más importancia, podía pillarlo cualquier día que quisiera. Ahora que ya no está no me da tanto igual...
Tras ver el TH decidimos que ya era hora de volver a la estación.
Cuando ya pensábamos que la tarde había acabado, poco antes de llegar a la estación comenzamos a escuchar el ronroneo característico de una ALCo. Me doy la vuelta y veo aparecer por la curva muy despacito una 2100 de Comsa. La reacción fue instantánea, todo al suelo y rápidamente a buscar la cámara. Lo más rápido que pude la saqué de la funda (un poco a lo bestia la verdad...) y disparé.




La verdad es que la saqué de milagro, la foto desde detrás me gusta más ya que se ve el conjunto de la estación de Torrelodones, y la parte del edificio de la estación que conserva algo de original después del destrozo que le hicieron en la reforma del año 99...
Una vez en la estación, se nos echó la noche encima, por lo que decidimos cojer el primer cercanías que pasase hacia Madrid. Sin embargo todavía faltaba algo más. El Sagunto-León no había aparecido todavía, y era raro porque después de una tarde con tanta actividad, el tren que pasa siempre debería aparecer. Y así fue, pero no con su tracción usual, sino con un par de 269, más concretamente la 269.356.



La verdad es que la foto tiene una calidad de mier...ejem, bastante mala, pero bueno, como esto es un blog de trenes y no una página de fotografía pues tampoco le doy mucha importancia.
Y ahora sí, ya llegó el final de la tarde que concluyó con 8 mercancías (uno de ellos no lo pude fotografiar) y dos locomotoras aisladas, a demás del TH, los cercanías y los MD, en tres horas y media, sin duda la mejor tarde que he pasado viendo trenes en esta línea.


Espero que os haya gustado esta publicación, habrá más los próximos días.
Un saludo a todos!


Felipe Martínez.